Uno de los objetivos de la mayoría de los emprendedores suele ser colocar su producto en un mercado de masas. Es muy común ver como en cada plan de negocios este suele ser uno de los objetivos finales, el llegar cuanto antes a un gran mercado, un gran espacio y un enorme océano rojo donde obviamente habrá una feroz competencia para cubrir las demandas de esa gran masa de clientes. ¿Acaso no hay otra opción?