¿Por qué necesitas un embajador de marca?

Los embajadores de marca son el arma “no secreta” de muchas empresas. Ellos ayudan a que tu marca gane visibilidad y eso se verá reflejado en tus ventas. Pero, ¿por qué necesitas un embajador para tu marca?

1) Para humanizar tu marca

A la gente le gusta interactuar y comprar en base a lo que diga otra gente de ti, en lugar de hacer caso a lo que dice una marca sin rostro. De hecho el embajador se convertirá en una de las caras de tu empresa.

 2) Para incrementar tu alcance en redes

Por norma general, cuanto mayor alcance tengas en tus redes, mejor. La mayoría de embajadores de marca deben tener una sólida reputación online, así como una gran red de contactos. Todo ello irá en beneficio de tu marca a través de las acciones que definas.

 3) Para proteger tu reputación online

Se convertirán en los salvavidas cuando un hito negativo azote a la marca mitigando así sus posibles efectos. Los embajadores de marca ayudan a construir una imagen positiva de tu marca a través de comentarios positivos, buenas reviews y haciendo referencias a tus productos a través de sus canales.

4) Para incrementar las visitas a tu web

Los embajadores de marca pueden ayudarte a incrementar el tráfico a tu web enlazando a la misma a través de sus publicaciones en redes. Si además lo hacen también a través de su blog personal o web, y este tiene una gran autoridad de dominio, esto también te ayudará a mejorar el ranking SEO de tu web.

Pero, ¿cuáles son las claves para ponerte manos a la obra?

Como sabes, conseguir mostrar tus productos o servicios a los clientes es vital pero vender a través de la red puede llegar a ser frío e impersonal en la mayoría de los casos. Una manera de vender esa frialdad es usando recomendaciones de estos embajadores de confianza. Para ello deberás seguir los siguientes pasos:

 a) Descubre a la persona correcta

Seguro que tienes una idea concreta de cómo son tus clientes. Pues bien, ahora es el momento de encontrar a la persona correcta para llegar a más de ellos. Una buena opción puede ser encontrar entre tu base de clientes a los más reconocidos para que hagan de altavoz de tu marca. Pero también hay otras opciones.

 b) Crea un formulario de solicitud

Otra manera de captar a las personas ideales para mejorar el ecosistema de tu marca es hacerlo a través de un formulario en tu web y redes. De esta manera podrás filtrar en base a tus intereses, donde residen, lo que a ellos les interesa, qué es lo que más le gusta de tu marca, etc. Así podrás conseguir que tus motivaciones encajen perfectamente con las de él o la candidata.

 c) Comprende los objetivos de tu embajador

Es posible que a cambio tengas que pagar un importe como contraprestación o enviarles productos gratis, pero siempre tienes que tener en cuenta que esta relación debe ser win-win, es decir, que tu embajador también deberá beneficiarse de alguna manera creciendo también profesional y personalmente durante este camino. Ten en cuenta también que generalmente los motivantes personales suelen tener más importancia que los económicos, aunque deberás estudiar cada caso en particular.

 d) Traza un plan

Antes de desarrollar un plan de embajadores para tu marca, es necesario pensar y definir de antemano las diferentes acciones o actividades en las que quieres que formen parte tus embajadores. Y luego una vez que tengas un buen número de acciones organizadas, deberás construir un esquema que detalle cada actividad, objetivos y forma de conseguirlos.

 e) Define cómo medir tu éxito

¿Pensabas que ya terminaba? Esto no termina con la puesta en funcionamiento de las  acciones con tu embajador de marca. Un plan de embajadores de primera no estará completo si no defines cómo medir su éxito. Para ello necesitarás centrarte en cómo medir las comunicaciones que hagan los  embajadores de tu marca para comprobar que sus tareas se han desarrollado con éxito.

Ahora que ya tienes una primera idea de qué y cómo tienes que hacerlo para conseguir un embajador/a que encaje con tus objetivos, solo tendrás que ponerte manos a la obra. ¡Ya no tienes excusa!

 



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